Durante el verano, nuestro organismo corre el riesgo de tener una exposición prolongada al sol y de sufrir multitud de lesiones relacionadas, sobre todo, con las actividades del periodo vacacional: medulares asociadas a las bruscas zambullidas en el agua, tanto en piscinas como en el mar, picaduras de medusas u otros organismos acuáticos, que nos pueden provocar reacciones alérgicas e inflamaciones de cierta gravedad.
Siempre hay consejos que debemos tener muy en cuenta y que nos pueden evitar algún percance de relativa gravedad. Entre los más generales estarían el no exponerse al sol en las horas de máxima insolación (horas centrales del día), utilizar cremas protectoras para la piel, vigilar en todo momento a los niños, no lanzarse al agua en zonas desconocidas, proteger bien la cabeza y los ojos, limpiar con agua salada y detenidamente las picaduras de medusas y evitar el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes antes de bañarse.
Desde hace ya muchos años, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social incide con reiterada frecuencia en la importancia y necesidad de prevenir los efectos que pueden tener sobre la salud las altas temperaturas. En concreto, desde el año 2004 dicho ministerio cuenta con un Protocolo de actuaciones se los Servicios Sanitarios ante un Ola de Calor, el cual fue elaborado de forma conjunta con las Sociedades Científicas Españolas.
¡#BuenosDías! Ahora sí, entramos en el apogeo de la #OlaDeCalor ️ Mirad el 'pálpito' de las temperaturas previstas Máximas de hoy: 44 ºC en Lleida, 43 ºC en Zaragoza y Girona, 42 ºC en Toledo y Ciudad Real...
— tiempo.com (@TiempoCom) June 28, 2019
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Hay que destacar que el Sistema Nacional de Salud es primordial a la hora de tratar los problemas derivados de la exposición a temperaturas muy elevadas. Por ello, como la mejor defensa siempre es una correcta prevención, se insiste en un decálogo "Disfruta este verano con salud", el cual tiene una serie de recomendaciones generales que citaremos a continuación:
Por último, solamente queda recalcar que, aunque nos creamos que nunca nos va a pasar nada y que muchas actividades son rutinarias e inofensivas, no podemos bajar la guardia en ningún momento. Siempre será adecuado y recomendable adoptar todas las medidas preventivas que estén en nuestras manos.