Desde que el Sputnik 1 fue lanzado por la Unión Soviética en 1957, el número de satélites en órbita alrededor de la Tierra ha crecido de manera exponencial. Hoy en día, estos dispositivos son indispensables para el funcionamiento de nuestra sociedad moderna, desempeñando roles cruciales en la comunicación, la navegación, la meteorología y mucho más.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuántos satélites están realmente orbitando sobre nuestras cabezas a diario?
A medida que avanza la tecnología espacial, el número de satélites en órbita ha aumentado significativamente. La cantidad de satélites en órbita alrededor de la Tierra ha aumentado considerablemente, alcanzando la asombrosa cifra de 11881, según la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA).
Estos satélites están distribuidos en diferentes órbitas, que van desde la órbita baja terrestre (LEO, por sus siglas en inglés), que se encuentra a altitudes de hasta 2000 kilómetros, hasta la órbita geoestacionaria (GEO), que se sitúa a aproximadamente 35786 kilómetros sobre la Tierra.
Satellites currently in orbit. (Red are active, white are inactive) pic.twitter.com/9qTrKxTGHJ
— Latest in space (@latestinspace) May 8, 2021
La mayoría de los satélites operan en LEO debido a su proximidad, lo que les permite realizar tareas como la observación de la Tierra y las comunicaciones rápidas.
Satélites en diferentes órbitas
Los satélites tienen un impacto profundo en nuestras vidas diarias, aunque a menudo no seamos conscientes de su presencia. Los satélites de comunicaciones permiten la transmisión de señales de televisión, llamadas telefónicas y conexiones a Internet en todo el mundo.
Los satélites de navegación, como los del sistema GPS, son fundamentales para la geolocalización, utilizada tanto por aplicaciones en nuestros teléfonos móviles como por sistemas de transporte global.
Además, los satélites meteorológicos proporcionan datos cruciales para la predicción del clima, permitiendo que los meteorólogos anticipen tormentas, huracanes y otros fenómenos naturales con mayor precisión.
Los satélites de observación terrestre, por su parte, son esenciales para el monitoreo ambiental, la gestión de recursos naturales y la respuesta a desastres.
El creciente número de satélites en órbita trae consigo desafíos importantes, siendo uno de los más críticos la congestión espacial. A medida que más satélites se lanzan, el riesgo de colisiones en el espacio aumenta, lo que podría generar más desechos espaciales y poner en peligro tanto a satélites activos como a misiones tripuladas.
Visualization of all publicly ed satellites in orbit pic.twitter.com/biYVYF2RSe
Domenico (@AvatarDomy) April 6, 2020
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y otras organizaciones reguladoras trabajan para gestionar el espacio orbital y asignar frecuencias de radio para evitar interferencias.
Sin embargo, la proliferación de satélites, especialmente con el auge de las constelaciones de satélites para Internet, como Starlink de SpaceX, está llevando al límite la capacidad del espacio cercano a la Tierra.