La Zamioculca zamiifolia, también conocida como ZZ plant, es una planta tropical originaria de África oriental y se ha convertido en una de las opciones favoritas para la decoración de interiores, debido a su elegante follaje verde brillante y su impresionante capacidad de adaptación a diferentes condiciones ambientales.
Antes de entrar en detalles sobre su cuidado, es importante conocer los beneficios de esta planta:
Los cuidados de esta planta son muy minuciosos para que este todo el año en su pleno esplendor, ya que es una especie que necesita una atención moderada.
La Zamioculca prefiere una iluminación indirecta media o baja aunque puede sobrevivir en lugares con poca luz, crecerá más rápido y fuerte si recibe algo de luz natural filtrada.
Uno de los mayores errores en el cuidado de la Zamioculca es el exceso de riego, esta planta almacena agua en sus rizomas, por lo que necesita riegos espaciados. Lo ideal es regarla cada 2 o 3 semanas, permitiendo que el sustrato se seque completamente entre riegos.
La Zamioculca necesita un sustrato ligero y bien drenado para evitar el encharcamiento de sus raíces. Una mezcla de tierra para cactus con perlita es una excelente opción.
Esta planta se adapta bien a la humedad ambiental de los hogares, aunque prefiere ambientes secos a moderadamente húmedos. La temperatura ideal está entre 18 y 26 °C.
Aunque la Zamioculca no requiere fertilizantes constantes, una aplicación mensual de abono líquido para plantas de interior durante la primavera y el verano favorecerá su crecimiento. En otoño e invierno, se recomienda suspender la fertilización.
La Zamioculca no requiere podas frecuentes simplemente basta con retirar hojas amarillas o secas para mantenerla saludable y estéticamente atractiva.
A este tipo de plantas, las hojas suelen amarillearse a lo largo de su ciclo de vida y esto se debe principalmente al exceso de riego. La solución es bien sencilla, reducir la frecuencia de riego y asegúrate que la maceta drene bien.
Otro color que aparece en las hojas es el marrón, que es indicativo de falta de aire seco o de agua. Su solución es ni más ni menos que aumentar ligeramente la humedad ambiental y revisar la frecuencia de riego.
Y por último, si crece demasiado lento su solución es en principio sencilla. Buscarle una ubicación ideal con una iluminación algo mejor pero como se ha nombrado anteriormente que no sea directa.