Situado en el extremo noroeste de Nicaragua, el volcán Cosigüina permanece relativamente desconocido fuera de los círculos científicos y geológicos. Sin embargo, este "volcán tapado" fue el protagonista de una de las erupciones más violentas y climáticamente impactantes del siglo XIX.
Su gigantesca explosión en enero de 1835 lanzó una columna de ceniza de más de 40 kilómetros de altura, oscureció el cielo y alteró el tiempo y el clima mundial durante años. Un nuevo estudio realizado por expertos del Laboratorio de Recursos Atmosféricos de la NOAA han intentado cuantificar los efectos de este proceso poco conocido.
La erupción del volcán Cosigüina en 1835 fue una de las más significativas del siglo XIX, destacando por la emisión masiva de dióxido de azufre (SO₂) a la atmósfera. Cubrió un área extensa de América central y México con una nube de ceniza y piedra pómez, y la erupción depositó ceniza en lugares tan lejos como la Ciudad de México, a unos 1400 km al norte, y Jamaica, 1300 km al este. Además, la nube de partículas eruptivas oscureció el sol en un radio de 150 km.
Conocías de este dato?
— Paul Cruz (@Ku1989Paul) October 3, 2021
Hace 182 años así lucía el volcán Cosigüina con sus 4000 msnm, antes de hacer su última erupcion en 1835. La erupción más violenta en la historia reciente de Nicaragua fue el 22 de enero de 1835, protagonizada por este volcán. pic.twitter.com/ZbCo2ARHe5
El dióxido de azufre, al oxidarse, forma aerosoles de sulfato que pueden reflejar la radiación solar, provocando un enfriamiento temporal del clima terrestre. El estudio se centra en cuantificar la cantidad de azufre emitido y evaluar su influencia en el clima global.
Los investigadores emplearon análisis geoquímicos de muestras volcánicas y datos de núcleos de hielo para estimar las emisiones de azufre. Además, utilizaron modelos climáticos para simular el impacto de estas emisiones en la temperatura global.
Con este estudio de las muestras volcánicas de este volcán pueden evidenciarse una serie de hallazgos que detallamos a continuación
Emisión de azufre: la erupción liberó aproximadamente 9 millones de toneladas de SO₂, una cantidad comparable a otras erupciones importantes históricas.
Impacto climático: los modelos sugieren que esta emisión pudo haber causado un descenso de hasta 0,5 °C en la temperatura global durante el año siguiente a la erupción.
#Cráter y #Laguna del #Volcán #Cosigüina en #ElViejo #Chinandega. Durante su erupción en 1835 algunas partes del cráter formaron islotes en lo que hoy es el #GolfoDeFonseca. Las cenizas alcanzaron unos 1500 km hasta la ciudad de #México VISITA NICARAGUA pic.twitter.com/V0HfuRfgN5
— Visita Nicaragua (@VisitaNicaragua) March 23, 2018
El verdadero alcance del Cosigüina no se limitó a Centroamérica, y este trabajo de investigación confirma que la gran cantidad de dióxido de azufre (SO₂) lanzada a la estratósfera formó aerosoles de sulfato que reflejaron la luz solar, contribuyendo a un enfriamiento global temporal.
¿Cómo? Los registros históricos muestran una disminución de la temperatura en torno a a 0,6 °C de media en el conjunto del planeta en los años posteriores a la erupción.
Esto es comparable al impacto climático del Pinatubo, que causó un descenso global de unos 0,5 °C durante aproximadamente dos años en Europa, Asia y América del Norte, con veranos más fríos, heladas fuera de temporada e importantes daños en la agricultura.
Angell, J. K., and J. Korshover (1985), Surface temperature changes following the six major volcanic episodes between 1780 and 1980, J. Clim. Appl. Meteorol., 24, 937–951, doi:10.1175/1520-0450(1985)024%3C0937:STCFTS%3E2.0.CO;2.