Lo que gusta en Oriente asusta en Occidente . Lo que los occidentales consideran «normal», gritaría de horror a cualquier oriental. En cada cultura las incoherencias siguen teniendo lugar: comemos ternera, pero no perro; nos encantan las nécoras y las centollas, pero ni hablar de las arañas de tierra ; jamás se nos pasaría por la cabeza comernos una mosca, ¿o sí? (Yo no, desde aquí lo confieso, al menos voluntariamente, que con la bicicleta… conozco a alguien que llega cargado de proteínas)
Los insectos se consumen desde el inicio de las civilizaciones . A cualquier insecto que se cruzara en el camino de una nómada paleolítica, romano o griego no se le hacía ascos. El asco ha venido después, cuando ya disponemos de comida para elegir… y la cultura se hizo fuerte en nuestras elecciones.
En Europa no se consumen insectos desde la Edad Media . Como para eliminarlo en unos años. Sin embargo, en Asia y África este consumo es habitual y nada extraordinario. Casi dos tercios del mundo consumen insectos: China, India, Egipto, Tailandia, Japón… incluso Australia .
Hoy en día se consumen más de mil novecientas especies de insectos . Los más consumidos son los escarabajos (coleópteros, 31 %), las orugas (lepidópteros, 18 %) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros, 14 %). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros, 13 %). Obviamente este consumo no es el mismo en todo el globo terráqueo.
Si nos ponemos objetivos dejando de lado la inevitable aprensión, podemos valorar algunas ventajas.
Y si hablamos de las ventajas, debemos expongamos los inconvenientes :
Las Autoridades Europeas de Seguridad alimentaria han dado paso a la inscripción como nuevo alimento a cuatro insectos: el gusano de la harina, la langosta migratoria (ambos en 2021) , el grillo doméstico (en 2022) y las larvas del escarabajo Alphitobius diaperionus ( el llamado “escarabajo del estiércol”, mal empieza la pobre) en 2023, esto es típico en Tailandia cocido con aceite y sal. Y, pese al nombre, no se criará sobre estiércol ni mucho menos igual que el grillo doméstico no significa tenerlo en casa. Todas ellas en las opciones de congelado, desecada y en polvo.
La EFSA concluye que los insectos autorizados son seguros para el consumo . Si bien es cierto que ven la necesidad de crear un marco legal que regule la comercialización , así como su producción y uso alimentario. Cómo se declarará en el etiquetado, qué marco normativo les aplicará… de momento, los autorizados han mostrado garantías de seguridad, vamos, que no son tóxicos.
Indudablemente los insectos van a llegar para quedarse como una opción más en nuestro amplio catálogo de alimentos donde ya están el pescado crudo o los ultraprocesados. Aún queda mucho hasta automatizar técnicas de cría, metodologías y procesamiento que son realmente rentables.
Obviamente no. Exactamente igual que no te obligan a comer marisco , legumbres (que ojalá) carne o lechuga. Igual que no te prohíbe comer ultraprocesados diariamente o beber alcohol. Que sean una alternativa más no significa que sea la que tú vayas a elegir. La información está disponible , las opciones alimentarias abiertas y la decisión en nuestras manos . El etiquetado de los productos nos da la información necesaria para tomar elecciones libres.