En los exuberantes paisajes de África subsahariana y el sudeste del continente, una variante única de abejas, la Apis mellifera scutellata o abeja africana, ha volado por el mundo para “evolucionar” con un temperamento un tanto peculiar.
A diferencia de sus parientes europeas, estas abejas son reconocidas por su agresividad y su tendencia a la acción enérgica cuando su colmena se siente amenazada.
Es por esto que han recibido el apodo de “abeja asesina”, nombre que la ha hecho famosa a nivel mundial, pero que genera miedos y dudas sobre su potencial papel en el equilibrio de los ecosistemas.
Para conocer como nació esta particular especie, debemos viajar al Brasil de los años 50. En un intento por mejorar la producción de miel, se importaron abejas africanas con la esperanza de cruzarlas con las europeas.
Estas abejas tienen ciertos rasgos de comportamiento que las diferencian de otras especies.
A diferencia de las abejas europeas, las africanizadas son más propensas a lanzarse a la defensa de su colmena en grandes enjambres, causando un número significativo de picaduras si se sienten amenazadas.
En 1956 se introdujeron en Brasil ejemplares de la subespecie africana de abeja "Apis mellifera scutellata", para "mejoras genéticas". Ejemplares escapados se hibridaron con abejas domésticas comunes surgiendo la "abeja africanizada", de agresivo comportamiento defensivo... pic.twitter.com/WhS4FcqCis
— cronicasdefauna (@cronicasdefauna) September 1, 2022
Estas abejas tienen una habilidad notable para formar nuevos enjambres, lo que significa que pueden dividirse y establecerse en nuevos lugares con más frecuencia que sus parientes europeas.
A diferencia de las abejas europeas, que suelen ser más selectivas en cuanto a dónde construyen sus colmenas, las africanizadas pueden establecerse en una variedad de lugares, desde cañerías hasta grietas en edificios.
Si bien las abejas africanizadas tienen una reputación temible, los casos de ataques masivos son raros y suelen ser incidentes aislados. Sin embargo, grupos de riesgo, como niños, personas mayores o animales domésticos, pueden estar más expuestos a los riesgos asociados con estas abejas.
Desde lo ocurrido en Brasil, las abejas asesinas se han extendido por América Latina. La lista de países donde se ha registrado su presencia es larga: desde el sur de Argentina, subiendo por Perú y Ecuador, pasando por países de Centroamérica como Costa Rica y Honduras.
Su capacidad de adaptarse a diferentes hábitats le ha permitido llegar hasta el norte de América, “instalando” sus enjambres en México y algunas regiones de Estados Unidos.
Según una publicación de la Universidad de California Riverside, los primeros avistamientos de esta abeja en Estados Unidos fueron en los años 90 en los Estados de Texas, Arizona, California y Nevada.
A pesar de su nombre temible, las abejas africanizadas comparten la misma pasión que sus parientes europeas: recolectar néctar y polen para alimentar a su colonia y producir miel.
Al igual que otras abejas, desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas, contribuyendo así a la salud de los ecosistemas y la producción de alimentos.
En un artículo publicado en la revista Veterinaria México, se destaca que las abejas africanizadas tienden a recolectar más polen y más propóleos que las abejas europeas. Esto representa una ventaja para aquellos apicultores que se dedican a cosechar estos productos.
Aunque las abejas africanizadas son valiosas en muchos aspectos, su agresividad y comportamiento defensivo las convierten en una preocupación para la seguridad pública.
Identificar a las abejas africanizadas puede ser todo un desafío, ya que a simple vista se parecen mucho a las abejas de la miel que conocemos:
Es importante tomar medidas para controlar sus poblaciones y minimizar los riesgos asociados con su presencia. Esto incluye educar a la sociedad sobre cómo evitar encuentros peligrosos con estas abejas, así como implementar prácticas de manejo de colmenas que reduzcan su impacto en las comunidades locales.
IDENTIFÍCALAS ️
— Nelson Valdez (@nelvaldez) August 6, 2019
Una de las características de la abeja africanizada además de su agresividad extrema es que suelen perseguir a una persona hasta más de 100m del panal, mientras una abeja común solo lo hará a no más de 20m pic.twitter.com/btE3uumCu3
Es fundamental comprender su papel en el medio ambiente y encontrar formas de convivir con ellas de manera armoniosa, aprovechando su contribución a la biodiversidad y la seguridad alimentaria.
Fuentes y referencia de la noticia:
Novoa-Guzman E., Correa A. Colonización, impacto y control de las abejas melíferas africanizadas en México. Veterinaria México (2011)
UC Riverside: Africanized Honeybees.