La Oscilación Ártica (AO, por sus siglas en inglés) hace referencia a un patrón dipolar de fluctuación en la presión de regiones árticas. Para entender mejor este concepto, es necesario entender también la Oscilación del Atlántico Norte (NAO).
La Oscilación del Atlántico Norte es un índice que refleja las fluctuaciones que existen en la diferencia de presión atmosférica entre las bajas presiones que se instalan en torno a Islandia, y las altas subtropicales que suelen dominar la región de las islas Azores.
Estos centros de acción se encuentran interconectados: si se debilita uno, se refuerza el otro, y viceversa, existiendo una correlación negativa entre ambos.
Por tanto, la Oscilación Ártica, es otro índice que mide la fluctuación en la presión, en este caso sobre latitudes medias y altas en el hemisferio norte, que influye fuertemente en el tiempo y clima de Norteamérica, Europa y Asia, especialmente durante el invierno.
El índice de la Oscilación del Atlántico Norte se calcula a partir de la diferencia de las anomalías de presión al nivel del mar, en comparación con sus valores promedio de los últimos 30 años, entre las áreas de las Azores e Islandia. La NAO nos proporciona una excelente información sobre cómo se está comportando, ofreciéndonos una posible evolución de los vientos del oeste en nuestras latitudes.
Índice AO (OSCILACIÓN ÁRTICA) y NAO (OSCILACIÓN DEL ATLÁNTICO NORTE)
— FuerteMeteo (@FuerteMeteo) May 7, 2020
El índice AO mide la diferencia de presión entre el Ártico y las latitudes medias.
El índice de NAO se define como la diferencia anómala entre la alta subtropical (Azores o Lisboa) y la baja polar (Islandia). +- pic.twitter.com/pvHkfEOVc3
Este índice varía todos los años, pero lo cierto es que suele mostrar tendencias positivas o negativas dominantes a lo largo de uno o varios años.
La Oscilación Ártica está fuertemente relacionada con la Oscilación del Atlántico Norte, de tal manera que se considera que la NAO es una manifestación de la AO en la región noratlántica. Así, una fase positiva de la AO se asocia con una fase positiva de la NAO (como en la actualidad), mientras que una fase negativa de la AO corresponde a una fase negativa de la NAO.
Gracias a una circulación atmosférica constante de oeste a este, con la AO positiva, el aire frío del Ártico se mantiene confinado en la región polar.
Por tanto, con la AO negativa, la presión entre ambas masas de aire disminuye, lo que provoca que el chorro polar comience a ondularse, con importantes descuelgues, permitiendo que el aire polar o ártico llegue a latitudes relativamente bajas.
Las probabilidades de ver inestabilidad y tiempo invernal en España son mayores con una AO negativa. Se relaciona con irrupciones de aire frío desde el Ártico y con la aparición de borrascas en el suroeste y sur de Europa, o incluso en el Norte de África. Cuando la AO está en fase positiva, algo que está sucediendo ahora, son menos frecuentes, y de hecho a corto y medio plazo las altas presiones y el tiempo templado se impondrán en buena parte del continente.
No obstante, pronto podríamos pasar a una configuración de índice negativo, lo que puede conllevar, como ya hemos explicado, a la ondulación del chorro polar, traduciéndose en descuelgues de embolsamientos de aire frío y propiciar situaciones de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que, dependiendo de donde se sitúen, traerían fuertes precipitaciones a amplias zonas de la península.
About as POSITIVE of an Arctic Oscillation as you'll see at the moment.
— MarkVoganWeather.com (@MarkVogan) October 22, 2024
The next 2 weeks is going to be fascinating to watch as the most amplified MJO rotation in some time enters the west/central Pacific pic.twitter.com/FPjT8a4B
Ha sido culpable de la llegada de advecciones frías importantes, masas de aire árticas marinas, también conocidas como nortadas. También masas de aire árticas continentales o polar continentales, más secas pero mucho más frías.
En estos momentos, tenemos un AO claramente positiva, pero si analizamos las tendencias, a principios de noviembre este índice tiende a normalizarse, lo que a priori se traduciría en una mayor posibilidad de entradas frías. Lo iremos siguiendo en Meteored.