La temporada de huracanes en el Atlántico se está animando y mucho en su recta final. Según los últimos datos del National Hurricane Center, Kirk es un poderoso huracán de categoría 4 con vientos sostenidos por encima de 200 km/h y rachas máximas de hasta 250 km/h.
En estos momentos, el huracán está reemplazando la pared del ojo, lo que le hará aumentar de tamaño en las próximas horas, e incluso hay escenarios que no descartan que pueda alcanzar la categoría 5 en algún momento. La presión central en el ciclón ha caído hasta los 943 hPa.
Kirk se está desplazando hacia el noroeste a una velocidad de 20 km/h. Está previsto que en las próximas horas empiece a girar hacia el norte y nordeste, acelerando su velocidad de desplazamiento.
Es probable que a últimas horas del lunes, Kirk pierda la categoría de huracán al norte de las Azores. Esto es debido a que el ciclón se topará con un ambiente menos favorable para su evolución: aguas superficiales del agua del mar más frías y mayor cizalladura.
A partir de este momento, Kirk se convertirá en una tormenta tropical e irá avanzando hacia Europa. Es poco probable que Kirk llegue como tormenta tropical al continente europeo, y hay menos de un 40% de probabilidad de que se produzcan vientos de intensidad de tormenta tropical. No obstante, en Galicia y otras zonas del norte, por momentos la intensidad del viento podría ser equivalente a una tormenta tropical o de un huracán de categoría uno.
Kirk perderá sus características tropicales a medio camino entre las Azores y las costas del viejo continente, interaccionando con el chorro polar. Es probable que nos afecte como una intensa borrasca típica de latitudes medias, ya no bajo el nombre de Kirk porque, para cuando llegue, su trayectoria como huracán será historia.
Que no llegue como huracán o tormenta tropical no resta importancia a los posibles impactos asociados a esta borrasca. El centro de la depresión podría pasar cerca de Galicia el miércoles, rozando la costa atlántica sa y profundizándose hasta 970 hPa en el Canal de la Mancha.
A su paso, generará un temporal marítimo muy duro, con rachas de viento localmente huracanadas, olas gigantescas y precipitaciones persistentes.
En España, los efectos podrían notarse especialmente en el norte y noroeste entre últimas horas del martes y durante el miércoles. Los fenómenos a vigilar serían los siguientes.
La intensidad de estos fenómenos dependerá de la trayectoria que tome la borrasca. El plazo de predicción todavía deja margen para cambios importantes en la distribución e intensidad de las precipitaciones. El temporal en el noroeste parece más asegurado, pero también está sujeto a posibles variaciones de la evolución del ciclón.