La gripe común y otros coronavirus anteriores tienen un comportamiento estacional, pero en nuevo coronavirus es diferente y las incertidumbres son altas en esta pandemia.
Algunas ideas generales conocidas, y menos conocidas, son:
Nota de la RAM. En algunos países del hemisferio norte, y en pleno verano, ciertas zonas están sufriendo un rebrote de la pandemia con temperaturas cálidas.
El mes pasado, los resultados de un estudio COVID-19 en Nueva Gales del Sur, Australia, sugirieron que la enfermedad se propaga más rápido en períodos de menor humedad durante el invierno. Varias semanas después, después de un nuevo brote en la vecina Victoria que siguió al cambio de estación del hemisferio sur, las autoridades decidieron cerrar la frontera entre los dos estados por primera vez desde la pandemia de gripe española un siglo antes.
La comunidad científica aún tiene que determinar la relación exacta entre el cambio estacional y la propagación de COVID-19 en diferentes partes del mundo.
El director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud dijo el mes pasado que no estaba claro cómo la llegada del invierno al hemisferio sur afectaría la situación allí. Aún así, algunos expertos dicen que es razonable esperar al menos alguna fluctuación estacional. Entonces, aun cuando la respuesta de Australia a la pandemia se ha considerado en gran medida un éxito, se anticiparon desafíos a medida que se acercaba el invierno.
Lo que sabemos con certeza sobre el coronavirus en este punto puede parecer relativamente limitado: está mutando constantemente, parece ser cada vez más infeccioso y puede causar una hinchazón dolorosa denominada "dedo del pie de COVID", por ejemplo. Sin embargo, nuestro nivel de comprensión aumenta a diario.
Según el motor de búsqueda PubMed, más de 19,000 artículos académicos que mencionan "coronavirus" ya se han publicado en 2020, en comparación con 750 en todo el año pasado. El impacto preciso de las estaciones cambiantes es solo otra área de conocimiento que se debe completar.
Eso no ha detenido las especulaciones sobre lo que le espera al hemisferio norte cuando llegue el invierno, particularmente en lugares como los Estados Unidos, que aún no han logrado detener la propagación inicial de la pandemia.
Otro punto de datos del hemisferio sur se puede encontrar en Sudáfrica. A principios de este mes, ese país informó su total diario más alto de casos confirmados de COVID-19 hasta la fecha, aproximadamente dos semanas después del solsticio de invierno.
Los expertos han advertido que las condiciones invernales podrían perjudicar los esfuerzos de Sudáfrica para frenar el coronavirus, ya que es posible que más personas se queden en interiores en lugares calentados por estufas de leña y carbón, que emiten partículas que pueden aumentar la propagación.
Se ha observado ampliamente que la pandemia de gripe española aumentó durante los meses más fríos de 1918 y 1919, lo que algunos han visto como una indicación de lo que le espera a COVID-19. También es otra razón por la que los expertos dicen que las pruebas exhaustivas y el rastreo de os serán esenciales hasta que se pueda desarrollar una vacuna.
Para más contexto, aquí hay enlaces a lecturas adicionales de la plataforma de Inteligencia Estratégica del Foro Económico Mundial:
Información aquí.
World Economic Forum