El frío, las precipitaciones, las nevadas y el tiempo invernal, en general, seguirán con nosotros a lo largo de toda la semana de Reyes de 2021 pero de forma diferente al padecido hasta ahora.
Como ya se ha comentado en la anterior entrada de este blog, dos o tres sistemas de bajas presiones (Bp, Bs1, y B2) conducidas por dos ramales diferenciados del chorro polar (Jet1 y Jet2) van a traer masas de aire de diferente origen:
Con todo ello se prevé que las bajas de latitudes inferiores, Bs1 y B2, que aportan aire cálido y húmedo, sean captadas por las bajas polares de más al norte en la segunda mitad de la semana. En este proceso de interacción entre dichas masas de aire se podrían generar una borrasca invernal con sus frentes asociados, especialmente, en la segunda parte de la semana.
El aire frío preexistente en la Península aporta el sustrato para generar abundantes nevadas y la peligrosa lluvia engelante, que podría aparecer en zonas mesetarias y de tan difícil predicción.
Estas interacciones llevan asociadas las altas incertidumbres que hemos visto estos días, cuando se observaba:
Evolución de la situación en superficie para las próximas 72 horas, https://t.co/XZgPFkyP2Q pic.twitter.com/Hb2ovsxCkA
— AEMET (@AEMET_Esp) January 4, 2021
A fecha de 4 de enero de 2021, estas incertidumbres permanecen para la segunda parte de la semana, 7-10 de enero, pero los modelos siguen insistiendo en ambientes fríos, con precipitaciones abundantes y nevadas copiosas en zonas poco habituales y habitadas.
Hay probabilidades significativas de que las precipitaciones puedan ser intensas en zonas del sur de Andalucía y oeste de Canarias.
Aunque todavía lejos, y con mucha incertidumbre respecto a la posición final de los sistemas de presión y su influencia sobre el parámetro nieve, el modelo HRES-IFS prevé nevadas potencial y localmente muy copiosas entre el miércoles y el sábado (ambos inclusive). pic.twitter.com/Hlgcq894z2
— SINOBAS (@AEMET_SINOBAS) January 4, 2021
Difícil tarea para los predictores profesionales para estos días para cuantificar la extensión, intensidad, duración de las nevadas y precipitaciones intensas. Y todo esto plasmarlo en avisos útiles y eficaces. Para ello, las predicciones probabilistas y deterministas deben usarse de forma combinada y deficiente.