AR2924 tiene dos núcleos oscuros tan anchos como la Tierra que sujetan una dispersión de puntos del tamaño de un asteroide que se extienden a lo largo de 150.000 km de la superficie del sol. Estas dimensiones la convierten en un objetivo fácil para los telescopios solares de patio trasero.
Hasta ahora, la mancha solar no ha producido llamaradas importantes. Sin embargo, si explota, la explosión será dirigida hacia la Tierra.
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