Un continente se define comúnmente como una gran extensión de tierra continua que está separada por océanos o accidentes geográficos significativos. Sin embargo, esta definición no es estrictamente geográfica, sino también cultural y política, lo que explica la variación en la cantidad de continentes reconocidos.
En muchas partes del mundo, desde la escuela se enseña que hay siete continentes: África, América del Norte, América del Sur, Asia, Europa, Oceanía y la Antártida. Esta es la visión predominante en países como Estados Unidos, en algunos sitios de Europa y gran parte de América Latina. Bajo esta clasificación:
Otra clasificación común reconoce solo seis continentes, combinando América del Norte y América del Sur en un único continente: América. Este modelo es más común en países de habla hispana y en algunas partes de Europa y Asia. La idea es que América constituye una única masa continental que se extiende de norte a sur, unida por el istmo de Panamá.
Algunos geógrafos y académicos, especialmente en Rusia y en los países Europa del Este, consideran que Europa y Asia no deben ser considerados continentes separados, sino uno solo: Eurasia. De hecho, bajo esta perspectiva Europa sería una gran península del continente asiático.
Este enfoque se basa en la continuidad geográfica de la masa terrestre y en la falta de una separación física significativa. Desde este punto de vista, el mundo se divide en seis continentes: África, América, Eurasia, Oceanía, la Antártida y, en algunos casos, una versión modificada que también combina América.
Existen también otros modelos menos convencionales. Por ejemplo, algunos incluyen solo cinco continentes, fusionando Europa y Asia en Eurasia y combinando América del Norte y del Sur en un solo continente.
Otra perspectiva utilizada en eventos como los Juegos Olímpicos considera cinco continentes: África, América, Asia, Europa y Oceanía. Aquí, la Antártida se excluye debido a su falta de población permanente.
Las diferencias en la cantidad de continentes que se reconocen no solo se deben a criterios geográficos, sino también a influencias culturales y educativas. Los sistemas escolares en diferentes partes del mundo enseñan diferentes modelos basados en sus propias tradiciones y enfoques pedagógicos.
Por ejemplo, en América Latina se suele enseñar el modelo de seis continentes, mientras que en Estados Unidos y Canadá es más común el modelo de siete continentes.