A lo largo de los siglos, la práctica de secar flores ha evolucionado, pasando de ser parte de la exploración científica a un ameno y decorativo pasatiempo. Esta práctica proporcionó a los primeros científicos una valiosa herramienta para estudiar y comprender la vida vegetal.
Posteriormente, se ha convirtió en una afición para muchas personas, que han encontrado en el secado de flores una forma de preservar tanto su vibrante color como su cautivador perfume.
Hoy en día existe una gran tendencia a salir al campo para buscar flores y plantas para después secar ramos. Pero no todas las flores son adecuadas para el secado, y la elección de las correctas es crucial para lograr resultados óptimos.
Conviene conocer detalles como que las que tienen menos agua secan mejor. Y otro punto a tener en muy cuenta es que se debe mantener siempre el respeto total por nuestro planeta a la hora de recolectar flores.
Es crucial entender que prácticamente todas las flores pueden someterse al proceso de secado con relativa facilidad. Sin embargo, vale la pena señalar que algunas destacan más en este arte, especialmente aquellas con pétalos diminutos o con las ramas más decorativas, como las hortensias, las hojas de eucalipto o las rosas.
Aquí entra en juego un consejo esencial: iniciar el proceso de secado lo antes posible no sólo realza la belleza de tu ramo de flores, también prolonga su disfrute a lo largo del tiempo. Te proponemos 7 de las flores que mejor secan.
Antes de adentrarse en el espectacular universo de las flores secas, conviene conocer el proceso esencial del secado. Esta antigua técnica no sólo te permite preservar la belleza única de cada flor, también abre las puertas a un mundo de posibilidades artísticas.
Para empezar, conviene hacer la recogida cuando el ambiente está más seco, y cortar las flores a primera hora de la mañana. Hay que utilizar unas tijeras bien limpias y afiladas, y se deben retirar las hojas inferiores y los pétalos y hojas que estén dañadas. Una vez recolectadas las flores, cuanto antes comience el proceso de secado, mucho mejor.
El primer paso del secado es colgarlas boca abajo, bien de una en una o con el ramo entero. Posteriormente se rocían con laca para el pelo, pero hay que hacerlo con cuidado para no estropear los pétalos. Finalmente, hay que dejar las flores a oscuras, ya que si reciben luz solar se acelera el secado, y los resultados no son los deseados. Tras un periodo de 2 a 4 semanas, el proceso habrá terminado, y las flores estarán preparadas para lucirlas en un bonito jarrón.
Otra forma de secado es haciendo una mezcla en un recipiente de agua y glicerina a partes iguales, e introducir dentro las flores. Tras un periodo de cuatro días, la flor suelta su agua y asborbe la glicerina. Es entonces cuando ya se pueden retirar para secar de la forma tradicional, colgadas.