Hay un sector de los Alpes orientales italianos que se caracteriza por sus pintorescas y fascinantes montañas rocosas de formas muy peculiares. A esto hay que sumar la presencia de ríos y lagos de aguas turquesas, o verdes praderas salpicadas de ganado y cabañas de pastores. Por supuesto, estamos hablando de los Dolomitas, una zona que se ha hecho muy popular en los últimos años.
Además de los múltiples atractivos turísticos que se encuentran en estas montañas y valles del norte de Italia, los macizos que conforman los Dolomitas son de gran interés para los geógrafos y geólogos. De hecho, su topónimo procede del geólogo francés Déodat de Dolomieu que, tras realizar varias expediciones y estudios en estos parajes, reveló en 1791 en un artículo el descubrimiento de un nuevo mineral.
En su honor, ese mineral se acabaría llamando "dolomita", y la roca que lo contenía, "dolomía". No obstante, este conjunto que se extiende por las regiones de Trentino Alto Adigio, Véneto y Friuli Venezia Giulia se conocía anteriormente como Monti Pallidi (Montañas Pálidas), debido precisamente a la característica tonalidad de las dolomías en los principales picos de este sector de los Alpes.
Enrosadira, farsi di colore rosa. La magia è nella composizione chimica delle #Dolomiti data dal minerale #dolomite che è un composto di carbonato di calcio e magnesio #sassinmano #handsinstone #iorestoacasa e continuo a raccontare il nostro Patrimonio perché #laculturanonsiferma pic.twitter.com/o2JdsXLD4T
— Dolomites UNESCO (@DolomitesUNESCO) March 11, 2020
En esta ocasión no nos centraremos en los aspectos físicos y químicos de esta roca, pero es clave repasar algunas de sus propiedades más básicas para hablar de un fenómeno sorprendente que se produce en los Dolomitas durante el crepúsculo y que atrae la atención de fotógrafos del todo el mundo: hablamos de la "enrosadira".
Este término procede del ladino, la ancestral lengua de los habitantes de los Dolomitas, que vendría significar "ponerse rosa", lo que nos da una pista muy importante de lo que sucede. Y aquí entra en juego las dolomías, ya que gracias a su composición y a sus tonalidades pálidas y brillantes tienen una gran capacidad de reflejar la luz circundante.
Durante siglos, este fenómeno dio lugar a numerosas leyendas en la zona. Para contemplarlo, hay que estar presente al amanecer y al atardecer, cuando en los días despejados los rayos del sol se reflejan en las escarpadas cumbres de más 3000 metros en vibrantes tonos rosas, rojas o morados.
Uno de los mejores lugares para observar la enrosadira es la Val di Fassa, pero realmente solo es necesario buscar algún lugar que cuente con vistas a los principales picos de la zona.
Uno degli spettacoli più belli della #natura: una #Enrosadira sulle #Dolomiti! Qui nella foto la bellissima Val di #Funes! pic.twitter.com/wnr4RjWfoJ
— Mondo secondo Gipsy (@84Gipsy) March 12, 2021
Si, de moment,o no tienes opción de conocer este increíble sector de los Alpes, declarado además Patrimonio de la Humanidad, no te desanimes, ya que tenemos buenas noticias. Este efecto visual no es exclusivo de Dolomitas, y de hecho en muchas montañas cuyas rocas sean de composición calcárea o dolomítica también es posible observar la "enrosadira".