La pregunta es, ¿realmente afecta la sequía al precio de los alimentos?, la respuesta es contundente, sí. En los últimos meses, y desde el estallido de la guerra de Ucrania, el precio de los alimentos ha experimentado una importante subida fundamentada principalmente por la inflación, y debido al incremento de la energía y ciertas materia primas. Sin embargo, la escasez de agua por la que estamos atravesando en nuestros campos tiene aún más influencia económica en nuestros bolsillos, y en los de nuestros agricultores y ganaderos.
Esta teoría económica prematura, pues se prevé que se comience a notar de forma intensa a principios de verano, se explica por la falta de lluvias que puede conducir a una gran escasez en las cosechas, fundamentalmente en la próxima campaña de verano, ya que todo ello puede provocar que sean cortas. De este modo podríamos enfrentarnos a un grave problema de escasez, aunque a priori no habrá graves problemas de abastecimiento.
La escasez esperada en algunos productos hará que disminuya la oferta y se incremente la demanda, provocando de forma directa un incremento de precio del producto. Son muchos los cultivos afectados por la sequía, sin embargo, podemos dar 4 alimentos que verán incrementados sus precios en verano de forma segura.
Tras una floración adecuada, las altas temperaturas, sobre todo en Andalucía, principal productora de aceite a nivel nacional, han provocado el aborto de muchas de ellas sin que hayan llegado a cuajar, y aquellas que lo han conseguido, tienen ahora un fuerte reto por delante, y este es el de conseguir que haya aceituna, sin agua.
Son sin duda los cultivos más afectados. Los puros cereales de secano están, en la mayoría de los casos, dados por perdidos, todo esto, influirá de forma negativa en el precio de los alimentos cuya base es el cereal (trigo, cebada, centeno…)
La fuerte subida de las materias primas y del alimento de los animales, ha provocado que muchos ganaderos hayan optado por enviar sus animales al matadero, debido a que la rentabilidad no supera los costes de producción, todo ello, provocará un incremento en el precio de la leche y sus productos derivados.
Los cultivos hortícolas, en la mayoría de los casos, requieren de aportes hídricos constantes, aspecto que se ha visto imposibilitado en muchas explotaciones debido a los efectos de la sequía y de la escasez de agua. Ello provocará también un incremento en los productos frescos de temporada.