El pulgón es una de las plagas más comunes y temidas en jardines y huertos. Estos diminutos insectos se agrupan en los brotes tiernos de las plantas, succionando su savia y debilitándolas.
Además, pueden transmitir virus y atraer hormigas que se alimentan de la melaza que producen. Si detectas su presencia, no te preocupes: existen soluciones naturales, efectivas y respetuosas con el medio ambiente para eliminarlos sin recurrir a productos químicos muy agresivos.
Estos métodos caseros son fáciles de aplicar, seguros para el medio ambiente y al mismo tiempo ayudarán a mantener las plantas sanas sin recurrir a pesticidas. Si el nivel de ataque por pulgón es demasiado alto, tal vez se requieran otros métodos de control y erradicación más agresivos, de ahí la importancia de observar las plantas, para prevenir en lugar de curar.
Uno de los remedios más conocidos, efectivos y fáciles de aplicar. El jabón potásico (o jabón suave) actúa reblandeciendo la cubierta del pulgón y asfixiándolo, sin dañar la planta ni a insectos beneficiosos como las abejas si se aplica al atardecer.
En la huerta, lo esencial es la prevención en el control de plagas y enfermedades.
— PROÁRBOL (@Proarbol_Col) October 10, 2020
El jabón potásico es un insecticida y acaricida que combate eficazmente al pulgón, la cochinilla, la mosca blanca y otros, sin toxicidad para el ser humano.#ComunasVerdes pic.twitter.com/Q2CyMnMytN
Para su correcto uso hay que mezclar una cucharada de jabón potásico en un litro de agua. Posteriormente, pulverizar directamente sobre las zonas afectadas, preferiblemente al final del día, y repetir cada 2-3 días hasta que desaparezcan.
Además, no deja residuos tóxicos y también ayuda a limpiar la melaza pegajosa que generan los pulgones.
El ajo es un potente repelente natural gracias a sus compuestos sulfurosos. Su olor fuerte y penetrante actúa como barrera frente a diversas plagas, incluido el pulgón.
Su uso correcto se obtiene hirviendo 4-5 dientes de ajo machacados en un litro de agua, después se dejan enfriar, se cuela el agua resultante y se pulveriza sobre las plantas afectadas. Su aplicación se ha de realizar cada pocos días para mantener su efecto.
El aceite de neem es un insecticida natural extraído de las semillas del árbol de neem. Su principio activo, la azadiractina, interfiere en el desarrollo de los insectos, evitando que se reproduzcan.
Para un uso correcto se han de diluir unas gotas de aceite de neem en agua (según las instrucciones del fabricante) y pulverizar sobre las plantas. Funciona por o e ingestión, por lo que debe aplicarse directamente sobre los pulgones.
Tanto la cola de caballo como la ortiga son plantas utilizadas tradicionalmente como tratamientos naturales en agricultura ecológica. Sus infusiones refuerzan las defensas de las plantas y repelen plagas.
Se usa preparando una infusión con 100 g de ortiga fresca (o 20 g seca) en un litro de agua, dejándolo reposar 24-48 horas, colándolo y aplicando con pulverizador. Sirve como repelente y preventivo.
La naturaleza también nos ofrece sus propias soluciones, ya que insectos como las mariquitas, las crisopas o las avispas parásitas se alimentan de pulgones y pueden convertirse en grandes aliados.
Mariquita en ortiga. Uno de los insectos que juega un papel fundamental en el equilibrio ecosistémico de los huertos es la mariquita. Las mariquitas pueden hacer mucho por el huerto, sobre todo porque su voracidad acaba con el pulgón, los ácaros o la cochinilla. pic.twitter.com/kpQAdILdHO
— ClicKoala (@clic_koala) February 11, 2022
Para atraerlos se pueden plantar flores como caléndulas, hinojo, eneldo o lavanda, que les sirven de refugio y alimento, y evitar pesticidas químicos, que también le afectan.