La primavera climatológica arrancó el pasado 1 de marzo, y lo ha hecho dejándonos estampas invernales: frío, nieve en las montañas y viento. En lo que queda de semana, el bloqueo escandinavo favorecerá la llegada de borrascas a nuestras latitudes, como ya venimos comentando en Meteored. A la vista está que el inicio de la estación va a ser borrascoso, ahora falta proyectar esto más allá, y ahí la AEMET también ha lanzado su versión.
Como bien sabemos, la primavera suele ser una estación más cálida donde las temperaturas suben progresivamente y el invierno se queda atrás. También al pensar en la primavera recordamos que los días comienzan a ser mucho más largos después del equinoccio, que será el 20 de marzo.
Estos cambios a escala planetaria suelen alterar al chorro polar, que nota cómo las masas de aire de los polos dejan de ser extremadamente frías. Por eso cada vez es menos enérgico y acaba ondulándose creando un tiempo muy cambiante. En esa variedad nuestro modelo de referencia encuentra algunas constantes.
A la vista de sus mapas, en Meteored interpretamos que la primavera será más calida de lo normal, con unas anomalías más pronunciadas en la costa mediterránea, noreste, vertiente cantábrica de la península y ambos archipiélagos.
En cuanto a las precipitaciones, parece que se concentrarán en el oeste, norte e interior peninsular, así como en Canarias. En las comunidades bañadas por el Mediterráneo no se aprecian anomalías significativas, cuando allí se necesita que llueva, y mucho.
La AEMET no difiere de nuestras pesquisas. En sus mapas probabilísticos, señala que a nivel estacional la primavera probablemente será más cálida de lo habitual en la vertiente mediterránea, especialmente en Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña y en las Islas Baleares, así como en el archipiélago canario.
Asimismo estas últimas regiones registrarían temperaturas más altas en los próximos meses, tanto marzo, como abril y mayo. En el resto de la Península, tampoco se descarta que las temperaturas se sitúen por encima de la media, aunque con algo menos de probabilidad.
En lo que respecta a las lluvias, hasta el 31 de mayo hay una mayor probabilidad de que la precipitación sea más anbundante respecto al promedio en la mitad occidental. Conviene recordar la dificultad de predecir la precipitación a largo plazo en una época como la primavera.
Las regiones donde es más probable que la primavera resulte más lluvioso de lo habitual son Galicia, las provincias más occidentales de Castilla y León, Extremadura y noroeste de Andalucía. En el resto del país, la precipitación sería “normal” o lo que cabe esperar dentro del período de referencia, que sigue siendo poco para las comunidades que están sufriendo de sequía.
Los mapas a largo plazo del ECMWf, nuestro organismo de referencia, nos ayudan a intuir cuál podría ser la tendencia para las próximas semanas. Por el momento, para la semana del 11 al 18 de marzo, las temperaturas se situarán en torno a 1 ºC por encima de la media, y para la siguiente semana, hasta incluso 3 ºC.
Por esta razón podemos hacernos una idea de que el mes de marzo será algo más cálido de lo normal respecto al período de referencia de 1991-2020, sobre todo en la segunda quincena.