Se han actualizado las tendencias de predicción de la temporada de huracanes en el Atlántico Norte para 2024 por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, ECMWF por sus siglas en inglés. Las predicciones apuntan a una estación muy activa para este año, como lo están haciendo otras agencias meteorológicas y centros de predicción.
Según el ECMWF, se prevén unas 23 tormentas tropicales con nombre, de las cuales 13 podrían ser huracanes y una energía ciclónica acumulada, ACE, del 200% de lo normal (~250 ACE en total) entre junio y noviembre de 2024.
Recordar que la ACE, por sus siglas en inglés, es la Energía Ciclónica Acumulada y es una medida utilizada por varias agencias, incluida la istración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Departamento de Meteorología de la India para expresar la actividad de ciclones tropicales individuales y temporadas enteras de ciclones tropicales.
Hay que recordar que lo normal en el Atlántico Norte y en el periodo 1966-2022 (con datos modernos desde satélites) se dan: 12.5 tormentas tropical, 7.5 huracanes, 2.5 huracanes mayores (categoría 3 o superior) y una ACE de 120, según datos de la NOAA.
Esta predicción de una temporada muy activa se basa en dos elementos conductores de las temporadas activas de huracanes que se darán conjuntamente.
Se espera que las aguas del Atlántico Norte estarán más cálidas de lo normal en la estación de 2024 para agosto-octubre (pico de la temporada atlántica). Pero no solo eso, posiblemente la Región de Desarrollo Principal, MDR, del Atlántico, donde se desarrollan las ondas del este africana y ciclones tropicales se seguirá calentando en los próximos meses.
En la actualidad, se prevé la presencia de La Niña en el Pacífico tropical central y oriental, aguas más frescas que lo normal en dichas aguas, que, a su vez, generará una menor cizalladura o cortante del viento en las zonas de formación de ciclones tropicales de las aguas atlántica. Este hecho favorece el desarrollo y mantenimiento de estos sistemas sobre aguas cálidas.
Queda por determinar cómo se comportarán otros factores como las irrupciones polvo del desierto en las zonas aludidas, que tienden a generar un ambiente seco y poco propicio para el desarrollo de ciclones tropicales.
Como se muestra en el siguiente gráfico, el ECMWF tiene una habilidad limitada al predecir la actividad de la temporada de huracanes en primavera, pero un pronóstico históricamente muy alto para mayo de este año, que dice algo sobre la configuración oceánica y La Niña favorables que impulsarán predicciones activas para este año. Las probabilidades favorecen una temporada muy ocupada.
De cualquier manera sea o no una estación activa, recordar que sólo un ciclón tropical muy activo (tormenta tropical o huracán) que toque tierra puede generar fuertes impactos costeros y terrestres. Por contra, una estación muy activa puede generar muchos ciclones tropicales "peces", que se desplacen sobre zonas marítimas con impactos mínimos.