Dicen que el sol nos alimenta y que tomarlo con medida nos trae beneficios, principalmente por su vitamina D. Bastan unos 15 minutos al día para garantizar la correcta sintetización de esta sustancia, ya que de media, un adulto necesita 400-600 UI de vitamina D.
La teoría parece sencilla y fácil de aplicar, pero la realidad es que pocas personas siguen al pie de la letra esta recomendación. Especialmente, y como no podía ser de otra manera, en verano, cuando las jornadas de playa o piscina son interminables y, lo que debería ser un leve o con el sol, acaba convirtiéndose en horas de exposición, con los peligros que ello conlleva.
No obstante, si eres de los que desoye los consejos y prefiere lucir un bronceado a cualquier precio, no está de más que sepas cuáles son las mejores horas para tomar el sol sin que suponga un peligro para tu piel.
Primero de todo hay que tener en cuenta los "peores" meses en lo que a peligrosidad solar se refiere. Son tres: junio, julio y agosto, cuando el movimiento de la Tierra hace que la incidencia del sol sea mucho más directa en España. Aquí te traemos algunas recomendaciones para el trimestre estival.
Por ello, tanto sin son los meses de más radiación solar o no, nunca debemos exponernos al sol sin haber utilizado protector solar con protección alta. Y por supuesto, debemos aplicar la crema de forma generosa y extenderla por todo el cuerpo, recordando aplicarla de nuevo cada dos horas.
En segundo lugar, debemos prestar mucha atención a la hora. Lo ideal es tomar el sol en las primeras horas del día hasta mediodía aproximadamente, y por la tarde, desde las 17:00 horas hasta el atardecer. Es precisamente en esas horas cuando los rayos del sol inciden de forma perpendicular, y por tanto son menos peligrosos.
En cambio, a partir del mediodía y hasta las 17:00 horas es cuando la radiación solar es más elevada y existe un mayor riesgo de sufrir lesiones cutáneas, insolaciones o enfermedades más graves.
Recuerda que los días nublados no impiden el paso de los rayos de sol. Aunque depende de la inclinación del sol, la altura sobre el nivel del mar y la densidad de las nubes, debemos estar debidamente protegidos con crema con factor de protección alta en días así.
En caso de estar de forma prolongada al sol, no olvides alternar las exposiciones al sol con los baños, ya que el agua de mar o piscina ayuda a hidratar nuestra piel y a disminuir la temperatura corporal en poco tiempo.
Lo que tenemos que tener claro es que, pese a los beneficios que tiene el sol, si lo tomamos en exceso puede provocar envejecimiento prematuro, insolaciones, daños oculares y el temido cáncer de piel.
El melanoma es el tipo de cáncer más peligroso que existe, y una de las primeras causas es la exposición excesiva al sol, así que siempre hay que estar alerta ante cualquier lunar o mancha que aparezca. Si cambia en forma o es una herida que no cicatriza, debes acudir al médico de manera inmediata.
Sea como fuere, para evitar cualquier daño, los expertos recomiendan no superar la hora de exposición solar continuada al día.