En los próximos días un cinturón de altas presiones se extenderá sobre el continente europeo, pero a pesar de ello esta situación favorecerá el desarrollo de algunas lluvias advectivas en el Mediterráneo.
La primera mitad de esta semana va a venir marcada por la predominancia de un potente cinturón de altas presiones que se extenderá por la mayor parte del continente europeo. En cambio, la potente borrasca Ashley está provocando un importante temporal en las Islas Británicas y en los Países Escandinavos. Al este, una DANA se dirige al norte de África tras descolgarse entre Baleares, Córcega y Cerdeña, pero no notaremos sus efectos en nuestra geografía.
En cambio, gran parte de España quedará bajo la influencia del ambiente estable que provocará el anticiclón del centroeuropeo, pero habrá algunas excepciones, como hemos ido comentando estos días en Meteored. La posición de las altas presiones impulsará una advección de aire templado y húmedo procedente del Mediterráneo, con un gran recorrido marítimo, que dará lugar a precipitaciones en varias regiones.
Es un fenómeno relativamente frecuente en regiones costeras. Como hemos explicado, el anticiclón centroeuropeo transportará en estos próximos días aire muy húmedo desde el mar hacia el este de la Península. Hay una serie de procesos atmosféricos implicados en la formación de este tipo de lluvias en la región mediterránea.
Es importante señalar que las lluvias advectivas tienden a ser menos intensas que las lluvias convectivas, pero su frecuencia puede ser bastante alta en ciertas estaciones, especialmente durante el otoño.
La ocurrencia e intensidad de este tipo de precipitación en el área mediterránea como las que se producirán en los próximos días están determinadas por los siguientes factores.
Por lo tanto, la lluvia advectiva es el resultado de la advección o transporte de aire húmedo, que se mueve desde el mar hacia zonas más frías. En el contexto mediterráneo, este fenómeno se ve intensificado por las corrientes marinas y la configuración geográfica tan peculiar de la cuenca
Cuando el aire cálido y húmedo del mar se encuentra con la costa, se eleva y se condensa, formándose nubosidad estratiforme que puede dar lugar a precipitaciones.
Este proceso es especialmente notable en la primavera y en el otoño, cuando las temperaturas entre tierra y mar comienzan a equilibrarse. Las aguas del Mediterráneo, calentadas por el sol, liberan vapor de agua que es arrastrado por los vientos hasta las costas mediterráneas.
Las lluvias advectivas mediterráneas poseen características que las convierten en un fenómeno singular. Son a menudo suaves y constantes, en lugar de caer en forma de aguaceros torrenciales, cuyos efectos son agresivos para el suelo y el campo, y que suelen estar asociadas a danas. Además, estas precipitaciones tienden a ser menos predecibles que las de origen frontal,
A pesar de la aparente estabilidad meteorológica, la posición del anticiclón va a favorecer el impulso de levantes de largo recorrido marítimo, y, por lo tanto, va a llover con altas presiones. No es lo más habitual, pero los factores dinámicos en superficie y lo expuesto anteriormente, van a permitir que las lluvias puedan sortear al anticiclón por su flanco meridional.
Se espera que las precipitaciones afecten a zonas del este y sureste peninsular, Baleares y la zona del Estrecho. Incluso algunas precipitaciones podrían adentrarse hacia el interior, afectando a la meseta sur y zonas de Andalucía.
Serán especialmente eficaces en el entorno de la Comunidad Valenciana, y aunque las cantidades no serán muy importantes, el largo recorrido marítimo y la orografía expuesta a estos vientos del este, podría potenciar algunas precipitaciones en el entorno del golfo de Valencia y en la serranía de Ronda.
Posteriormente, el anticiclón parece que se retirará y dejaría vía libre al paso de nuevas perturbaciones atlánticas, con diversos escenarios posibles al final de la semana, incluyendo una posible DANA. Desde Meteored, estaremos pendientes de la evolución de la atmósfera.