La primera madrugada tropical a 'gran escala' podría llegar a España a lo largo de la próxima semana

El primer episodio cálido de entidad se dejará notar durante los últimos días de mayo. La escasa duración de las noches, a menos de un mes del solsticio, garantizará noches cálidas en amplias zonas.

La dorsal que ocupaba buena parte del Atlántico norte y que facilitaba el desalojo de masas de aire frío hasta el sur del continente va a cambiar de posición, al menos temporalmente. Esto traerá consigo un cambio importante en las condiciones meteorológicas, no solo de la Península, sino también de casi todo el continente.

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Se aprecian las temperaturas a unos 1500 metros de altitud (850 hPa). Con el paso de los días los valores irán aumentando, tranduciéndose en colores más rojos. Lo que sucede en esta capa incide directamente en superficie.

Esta dorsal cederá en latitudes altas y las borrascas volverán a discurrir por el Atlántico Norte llegando a las costas de Noruega y el norte de las Islas Británicas, donde dejarán abundantes precipitaciones y temperaturas frescas.

Por otra parte, durante la semana que viene una nueva dorsal ocupará el interior y suroeste del continente. Esta vez será bastante robusta en todos los niveles, con una importante masa de aire cálido que se extenderá desde el norte de África hacia Europa.

Los mapas previstos para mediados de la próxima semana muestran una situación plenamente estival. Una baja térmica se crecerá en la Península, rodeada de altas presiones y con temperaturas muy superiores a 30ºC.

Con esta situación cabe esperar un periodo más estable, con menor nubosidad y mucho más cálido que el que el que dejamos atrás, al menos durante buena parte de la próxima semana. La subsidencia de vientos que se produce dentro de la dorsal, comprimiendo y calentando el aire adiabáticamente a medida que desciende, unido a la intensa radiación solar de esta época del año, contribuirán a un ascenso progresivo pero importante de las temperaturas.

El ascenso se notará antes en los valores diurnos

Como consecuencia de esta situación, durante el fin de semana ya será apreciable un importante ascenso de las temperaturas máximas. Será generalizado y dejará máximas en torno a los 35 ºC en el Valle del Guadalquivir y por encima de 30 ºC en amplias zonas de la mitad sur y probablemente el Valle del Ebro.

Sin embargo, estas temperaturas seguirán subiendo, ya más lentamente, durante la semana que viene, cuando la dorsal será más fuerte y la prolongada insolación diurna continúe haciendo su trabajo.

A mediados de semana, los 30 ºC también podrán superarse en amplias zonas del norte y, aunque todavía es pronto para hablar del umbral de los 40 ºC, los 35 ºC quedarán atrás en las zonas más cálidas del sur de la Península.

Una vaguada podría estar detrás de las primeras noches tropicales

La evolución de la dorsal a largo plazo es incierta, podría no ser especialmente estable y desplazarse, lo que facilitaría el a nuestra región de alguna vaguada desde el Atlántico. Esto abriría la puerta a dos escenarios: en el primero la vaguada no lograría llegar hasta la península; contemplaría un refuerzo de la dorsal con continuidad de las temperaturas plenamente estivales y mínimas tropicales ocasionales en zonas de la mitad peninsular desde el miércoles.

Mínimas tropicales
Los mapas comienzan a mostrar mínimas superiores a los 20 ºC en áreas grandes de la península ibérica.

Un segundo escenario implicaría la irrupción de una vaguada por el oeste, inestabilizando la atmósfera pero también arrastrando aire del sur, muy cálido. Con esta situación la nubosidad, el polvo en suspensión y las tormentas ocasionales podrían impedir que las máximas sigan subiendo, pero por el contrario las mínimas se dispararían a partir del miércoles o el jueves, con noches tropicales en zonas más extensas que en el caso anterior.